El turismo supera las expectativas en Liébana: «No hay nada que envidiar al año pasado, que ya fue excepcional»

El turismo en la comarca de Liébana continúa en auge. Este paraje ofrece justo lo que la sociedad demanda en estos tiempos marcados por el ritmo de la pandemia y sus respectivas restricciones: naturaleza, tranquilidad y calidad de vida. Tal y como auguraban los hosteleros de la zona, este verano ha sido «incluso mejor que el año pasado».
Durante los dos últimos meses han pasado por la Oficina Municipal de Turismo de Potes un total de 21.910 turistas (8.261 en julio y 13.649 en agosto), un 0,6% más que en 2020, cuando hubo 21.642 (8.806 en julio y 12.836 en agosto).
En esta ocasión, la mayoría de los visitantes a la villa lebaniega han sido naturales de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, mientras que en el caso del turismo internacional, la mayor parte de turistas procedieron de Francia.
Cabe destacar el número de visitas recibidas en la Torre del Infantado, que ha batido récord con más de 16.000 visitantes (5.497 en julio y 10.520 en agosto).
Por su parte, en el Centro de Estudios Lebaniegos se han atendido a 13.649 personas solo en agosto, de los que el 92,3% ha sido turismo nacional.

Torre del Infantado (Potes).
En cuanto al perfil del peregrino, la media de edad se ha situado entre los 40 y los 60 años, aunque también se ha elevado el rango de 20 a 30 y de 30 a 40.
Con la religión, la espiritualidad y la naturaleza como principales motivaciones, el 93% de los peregrinos se decantan por realizar el Camino Lebaniego a pie, mientras que solo el 7% prefieren hacerlo en bicicleta. Asimismo, destaca el aumento de peregrinas, que ha pasado de un 25% a un 44%.
«No hay nada que envidiar al año pasado, que ya fue excepcional»
El alcalde de Potes, Javier Gómez, manifesta que, respecto a la afluencia de visitantes, «el sentir general es de satisfacción», puesto que «era lo que se esperaba y con lo que se contaba para equilibrar los malos meses previos». «No hay nada que envidiar al año pasado, que ya fue excepcional», ha incidido.
Igualmente, el alcalde de la villa confiesa que tienen «muchísimas esperanzas» puestas en septiembre, ya que sigue siendo un mes con una «importante afluencia de turistas y lleno de actividades en Liébana«, tales como el programa de las fiestas de La Cruz, adaptado a la actual situación sanitaria, y pruebas deportivas como la Jubilar Bike o la subida del Desfiladero de La Hermida.

Iglesia Santa María la Real de Piasca.
Jesús Fuente, alcalde de Cabezón de Liébana, asegura que se ha notado un incremento de visitantes respecto al verano de 2020, sobre todo en agosto. Tal y como ocurre en el resto de la comarca, los turistas, en su mayoría de País Vasco y Madrid, han acudido al municipio en busca de rutas de senderismo, aunque también han visitado otros lugares de interés como la Iglesia de Santa María de Piasca, la Virgen de la Luz o los telares.
En Camaleño el número de turistas también ha aumentado a lo largo del verano. Así, el Museo de la Escuela Rural de Mogrovejo y el Centro de Interpretación de la Montaña han recibido un total de 3.999 visitantes (1.425 en julio y 2.574 en agosto), por la oficina de turismo han pasado 2.641 personas (990 en julio y 1.651 en agosto) y 1.144 peregrinos (310 en julio y 834 en agoto) han llegado al Monasterio de Santo Toribio para sellar sus credenciales.

Archivo | Turistas esperan en la taquilla del teleférico de Fuente Dé.
Por su parte, según los datos del Gobierno de Cantabria, el teleférico de Fuente Dé ha recibido 86.359 visitas este verano, un 2,29% más que en 2020 (84.425), a pesar de que en julio la instalación ha tenido un comportamiento irregular debido al mal tiempo y un día de cierre, además de los aforos en cabina al 75%. No obstante, los datos se han reducido un 13% en comparación a 2019, que hubo 99.474 visitantes.
En la misma línea, Vega de Liébana ha notado un «ligero» crecimiento en el número de turistas, ya que «partimos de que el año pasado fue muy bueno, con ocupaciones de casi el 100%, por lo que el margen de mejora es mínimo», comenta el alcalde, Gregorio Alonso.
Este año, la demanda de los visitantes, nacidos en el territorio nacional casi en su totalidad, se ha centrado en «nuevos parajes» y «pueblos un poco pintorescos y bien cuidados», pero «sobre todo, que es lo que vende Liébana, en el senderismo y las rutas que no estén saturadas», explica Alonso. «La gente estaba huyendo de los puntos de aglomeración. Querían evadirse y estar solos», desvela.

Pisa de Ledantes (Vega de Liébana).
Así pues, los pueblos más visitados de este municipio han sido Tudes, Dobres y Cucayo, mientras que uno de los puntos más concurridos ha sido la pisa de Ledantes.
En cuanto a las rutas más frecuentadas, destacan la bajada por el alcornocal de Tolibes, las cascadas de Retumbia y la de Pico Jano, que «este año ha estado como nunca».
«Se va a invertir dinero y se va a dar trabajo, en teoría, a la gente de la comarca»
Además, el regidor municipal ha percibido «el interés de los turistas por buscarse una segunda vivienda en la comarca», lo cual «otras veces no lo había observado». Asimismo, Alonso constata que este verano «se han producido ventas en Bores y Ledantes». «Se trata de propiedades para restaurar, lo que supone que se va a invertir dinero y se va a dar trabajo, en teoría, a la gente de la comarca», sostiene.

Ruta Urdón-Tresviso por la Senda de la Peña.
La situación geográfica de Tresviso propicia la llegada de turistas afines al mundo del senderismo, ya que «estamos en pleno corazón de los Picos de Europa». De hecho, «el 60% de la gente sube andando», afirma su alcalde, Javier Campo.
En su mayoría, se trata de personas de mediana edad procedentes de Madrid y Castilla y León, aunque también hay un gran porcentaje de visitantes de País Vasco y Asturias.
«Era difícil volver a repetir un julio como el del año pasado»
Al contrario que en el resto de municipios de la comarca, Campo cree que «este año ha habido menos gente». «Era difícil volver a repetir un julio como el del año pasado», subraya.

Iglesia de Santa María de Lebeña.
La oficina de turismo de Cillorigo de Liébana ha registrado un total de 2.700 visitantes (2.189 turismo nacional y 511 internacional).
A pesar de que la mayoría del turismo nacional procedía de Madrid, también ha habido una gran afluencia de visitantes naturales de Cataluña, Valencia, Castilla y León y Andalucía. «Han venido más del sur que otros años», destaca el regidor municipal, Jesús Cuevas.
Además de los principales puntos de interés del municipio como son la Iglesia de Santa María de Lebeña y el Centro de Interpretación de los Picos de Europa, la actividad más demandada este verano ha sido el turismo activo, con el predominio de las rutas guiadas y los descensos en canoa.
En Pesaguero los datos de este verano apenas difieren de los de 2020, aunque el nivel de ocupación en los alojamientos ha sido «un poco más» alto que el año pasado, con un 75% en julio y el 100% en agosto, según manifiesta la concejala Natalia Bascones.
Así pues, la Casa de la Naturaleza ha recibido 980 visitas en verano (345 en julio y 635 en agosto), 73 menos que en 2020. Sin embargo, el número de participantes en las rutas guiadas impartidas por Naturea Cantabria en la comarca ha ascendido hasta los 602 (262 en julio y 340 en agosto), 140 personas más que el año anterior.
Entre las citadas rutas destaca el proyecto Natureando en Corto, pequeños recorridos -Sierra de Tama, Robledal de Mataseñas y Cabezón de Liébana: un viaje en el tiempo- que se han repetido cada semana de forma periódica.

Pesaguero.
«Julio empezó un poco más flojo que otras veces, pero a partir de mediados de mes fue impresionante. Es posible que se haya batido el récord del año pasado, incluso la cifra histórica«, cuenta el alcalde de Peñarrubia, Secundino Caso, quien cifra «entre 40.000 y 50.000 los visitantes que desde el 15 de junio han pasado por la Senda Mitológica, las Agüeras y el Mirador de Santa Catalina, así como los que realizan el Camino Lebaniego y reposan en Cicera».
El turismo activo se ha convertido, en los últimos años, en el principal reclamo del municipio, el cual ofrece diversos formatos para tal tipo de actividad.

Cicera.
Entre ellos cabe destacar la vía ferrata, que consta de una «afluencia impresionante», y el proyecto de la Senda Mitológica, que «está desbordando todas las previsiones que teníamos», apunta Caso asombrado.
«La gente va donde tiene cosas que hacer»
Según el regidor municipal, «ahora el Ayuntamiento busca trabajar en proyectos para familias». «Siendo nuestra comarca una gran privilegiada, faltan proyectos para familias, como la Senda Mitológica, para que pernocte más gente en el territorio», reflexiona.
Caso considera que «la gente que viene a nuestra comarca busca paisajes, naturaleza, tranquilidad y gastronomía», por lo que «hemos ido adecuando los proyectos y la estrategia en ser capaces de diversificar y atraer todas las capas sociales». «La gente va donde tiene cosas que hacer», dice con rotundidad.