Javier Gómez, alcalde de Potes: «La Fiesta del Orujo ha hecho mucho daño a las Fiestas de La Cruz»

Francisco Javier Gómez Ruiz (Potes, 1967) es alcalde de Potes desde 2007, año en el que sufrió la desgracia de perder a su compañero y amigo Alfonso Gutiérrez, quien ejercía entonces como regidor de la villa. «No me imaginaba en política sin Alfonso, y por tanto tampoco como alcalde, pero las circunstancias te llevan a seguir», confiesa.
A pesar de que estudió Económicas en Santander, su idea siempre fue volver porque «mi futuro estaba en Liébana». Cumplió su propósito y regresó a su pueblo natal para impartir clases particulares, la actividad «que quizá más me ha gustado en esta vida», a la vez que gestionaba establecimientos de ocio nocturno y se dedicaba a la política, un ámbito al que lleva ligado desde 1999.
Javier (Partido Popular) reconoce que en política «hay momentos malos» pero también «buenos». «Muchos», incide. «Siempre piensas en dejarlo, pero es ahora cuando tienes que decidirlo. Una vez que está en marcha la legislatura no tiene sentido estar todo el día lamentándote», sostiene.
El crecimiento del municipio en términos turísticos, la cada vez mayor diferencia entre la Fiesta del Orujo y las Fiestas de La Cruz en lo que al número de asistentes se refiere o el nuevo aspecto de la calle Cántabra han sido algunas de las cuestiones más destacadas en la capital lebaniega en estos últimos cuatro años. No obstante, si hay algo que preocupa al regidor de la villa es la falta de vivienda en la comarca, lo que es para él «el mayor problema que se presenta ahora mismo en Liébana».
¿Estaría a favor de un único Ayuntamiento comarcal?
No. No creo que sea cierta esa lectura rápida que se hace de que unificar ayuntamientos supondría ahorro de costes de personal y de representación política. Solo hay que ver el Presupuesto de cualquier Ayuntamiento de Cantabria de 5.500 habitantes. También así se obtiene más en subvenciones y ayudas de otras administraciones que yendo como un solo Ayuntamiento, como ocurre con el Fondo de Cooperación Local.
Y lo más importante es que centralizar los ayuntamientos significaría una pérdida de servicios para los pueblos con más riesgo de despoblación.
¿Qué balance hace de esta última legislatura?
Muy extraña. Empezamos con la COVID-19 y fueron dos años muy malos donde sí que sufrimos.
¿Cómo valora la gestión que se hizo desde el Ayuntamiento para combatir la COVID-19?
Desde todos los ayuntamientos creo que reaccionamos rápido y estuvimos al lado de nuestros vecinos. Al ser la Administración más cercana, no era solamente nuestra obligación, sino que también era una necesidad responder en esos días en los que no había ni mascarillas ni gel.
Fueron días de mucha solidaridad y trabajo, y una vez que ya supimos lo que teníamos, de mantenerse en ese servicio e intentar ayudar económicamente a los negocios con bonificaciones para el ocupamiento de la vía pública o para el arrendamiento de los locales municipales porque entendíamos que no era lógico cobrárselo cuando estaban cerrados.
En aquellos momentos no había información. Gastamos muchos recursos y tiempo en desinfectar calles y luego se ha demostrado que no era útil. Hicimos lo que podíamos. Se organizó una red de confección de mascarillas, conseguimos gel, repartimos ordenadores para que los escolares pudieran recibir la enseñaza desde casa…
No tengo ningún pesar. Todo lo hicimos con la mejor voluntad y lo que no pudimos fue porque no sabíamos, no por dejadez. Creo que tenemos que estar muy orgullosos, los vecinos y la administración, de cómo se hizo esa red solidaria de ayuda de unos a otros, de estar pendientes en los edificios si había una persona mayor.
Al margen de la pandemia ¿qué acierto o error del Ayuntamiento destacaría en estos cuatro años?
Lo que me ha dado la experiencia es hacer unos programas electorales viables, con cosas que sabes que puedes hacer, porque lo que no quiero es engañar a los vecinos. El programa que llevábamos se ha cumplido casi al 90% porque era muy pequeño: un segundo parque cubierto, iluminar el paseo fluvial, rehabilitar edificios públicos como el antiguo convento de San Raimundo o no subir impuestos ni tasas desde 2011.
Otras cosas que se han hecho es porque han surgido y te lo permiten las órdenes de subvenciones, como la mejora del suministro y abastecimiento de Rases con la construcción de una depuradora fitosanitaria que tiene coste cero en cuanto a mantenimiento, el acondicionamiento y soterramiento de varias calles como San Roque o la Cántabra…
Me parecería un fracaso irme del Ayuntamiento sin ver la obra del desfiladero acabada
¿Hay algún proyecto que estuviera previsto y haya quedado pendiente de ejecución?
Hay dos dolores que me quedan: el desfiladero de La Hermida, que está en marcha pero me gustaría que el ritmo fuera mucho mayor y que hubiera más adelantos porque me parecería un fracaso y no me gustaría irme del Ayuntamiento sin ver la obra del desfiladero acabada.
El otro, que lo vamos a anunciar próximamente, es un acuerdo con la Consejería de Educación para ceder las antiguas escuelas y hacer un módulo de hostelería, concretamente de cocina, que creo que es muy necesario en Liébana porque no solamente va a permitir formar a personas de aquí, sino también a personas de fuera que encuentren aquí un posible proyecto de vida. Creo que tenemos un problema importante de hostelería en cuanto a demanda y oferta de empleos. Espero que sea una realidad en el curso 2023-2024.
Uno de sus objetivos para 2020 era acabar con la deuda histórica. ¿Lo consiguió?
Si algo ha tenido Potes desde siempre ha sido una deuda importante y durante muchos años. Ya no debemos nada ni a bancos ni proveedores ni a nadie. Nosotros ahora mismo no tenemos deuda.
Tampoco es criticable los ayuntamientos que tengan deuda controlada, porque al no tener deuda también puede parecer que no tienes necesidades. Un Ayuntamiento no está para ganar ni ahorrar dinero, está para dar servicios.
¿Se han ejecutado los proyectos previstos para Potes en el Plan de Sostenibilidad Turística?
Hemos hecho dos calles donde fue necesaria la renovación de la red de sanemiento y abastecimiento de agua, y el soterramiento de tendidos aéreos es lo que hay que hacer en todas las calles del conjunto histórico, que se va haciendo poco a poco porque son obras muy caras. Falta empezar con el soterramiento de la calle de la Independencia.
Para la creación de una zona de despegue de vuelo libre en Arabedes están con los permisos. Se trata de dinamizar otro tipo de deportes que estuvieron de moda en Liébana y se habían perdido. Es un sitio ideal para saltos.
¿A qué se van a destinar los 87.785 euros del Fondo de Cooperación Local que corresponden a Potes?
No tienen una finalidad asignada. Es una ayuda para el funcionamiento del Ayuntamiento. Se suelen invertir en gastos corrientes o en inversiones.
¿En qué va a consistir la intervención en el puente de San Cayetano? ¿Se mantendrá el aspecto actual?
Hay un informe de una ingeniería especialista en puentes en el que se detectan pequeños fallos estructurales que no son de una emergencia inmediata pero se ve que hay un deterioro en el puente por la entrada de agua y humedades por no estar aislado. Se ha perdido alguna loseta y piedra del arco, entonces insta a tomar medidas ahora que se está a tiempo.
Se ha encargado un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Potes consensuado con la Consejería de Cultura, que colabora con 80.000 euros que será prácticamente el 50% de la obra.
Se va a levantar el empedrado que está, porque hace falta aislarlo para que no se produzcan las humedades, y después se repondrá. También se va a liberar el puente de toda la vegetación que tiene, que no beneficia en nada a la estructura por peso y porque va minando las juntas de las piedras y los muros.
Así como hubo discrepancias entre el Ayuntamiento y la Dirección General de Patrimonio en cuanto a qué era lo que se podía hacer en la calle Cántabra, en este caso hemos ido de la mano.
No me da la sensación de que los vecinos renieguen de La Cántabra
¿Cree que la polémica por la nueva imagen de la calle Cántabra puede afectarle, a usted o al partido, en las próximas elecciones?
Yo creo que no. El Ayuntamiento con sus técnicos hizo lo que creyó que podía hacer dentro de sus competencias. Creo que no hubiera pasado nada en otra época y aquí hubo un revuelo en las redes sociales en 48 horas que quizá también llevó a tomar unas medidas de formas no conocidas anteriormente por parte de la Dirección de Patrimonio de parar una obra sin ni siquiera personarse o interesarse en qué consistía.
El criterio de cada uno es respetable. Las administraciones no fuimos capaces de ponernos de acuerdo. En ese sentido, no tengo conciencia de que hiciéramos nada mal. Es más, no me da la sensación de que los vecinos renieguen de la calle.
Podemos presumir y felicitarnos porque hemos conseguido la desestacionalización
¿Cómo ha sido el año en Potes en términos turísticos?
Estoy muy contento porque el verano fue bueno y podemos presumir y felicitarnos porque hemos conseguido la desestacionalización y todos los fines de semana hasta el 15 de noviembre hemos tenido actividades en Liébana y han sido fantásticos. Creo que podemos estar muy satisfechos de cómo ha ido la temporada turística no solo por cantidad, sino también por calidad y extensión. Quizá el puente de diciembre no ha respondido a las expectativas, pero en toda Cantabria.
Nosotros veníamos muy bien desde antes de la pandemia. Potes ya era uno de Los Pueblos Más Bonitos de España, que es un reclamo turístico importantísimo, y luego fuimos Capital del Turismo Rural. Fueron dos escaparates muy buenos para Potes y Liébana.
Nuestra fiesta, la que llevamos en el corazón, es La Cruz
Ha habido mucha diferencia en la afluencia de visitantes entre las Fiestas de La Cruz y la Fiesta del Orujo. ¿A qué se debe?
No creo que las Fiestas de La Cruz hace muchos años, cuando había mucha gente, fueran como la Fiesta del Orujo en cuanto a afluencia de visitantes. La Cruz compite, en el marco de fiestas regionales, con Santoña, Ampuero, Reinosa…
Mientras que surge una, el Orujo, que comienza como una fiesta familiar que se hacía en el templete con tres alquitaras. De repente coge un auge, bien por el acierto de los Orujeros, que hubo dos o tres que sí que supusieron una promoción importantísima de la fiesta, como fueron Luis del Olmo o Fraga. Alrededor de ellos se disparó la afluencia y hubo que irse al Ferial.
Uno de los méritos que tiene el Orujo es que está en un mes en el que no hay ninguna fiesta y no tiene competencia. Creo que la Fiesta del Orujo ha hecho mucho daño a las Fiestas de La Cruz en el sentido de que la gente aplaza venir porque sabe que en noviembre tiene el Orujo.
El Ayuntamiento presupuestariamente invierte tanto en las Fiestas de La Cruz como en el Orujo, intentamos hacer un programa que llegue a todos los públicos, pero no tiene ese tirón que tiene hoy la del Orujo. Es una fiesta que ya está puesta en el calendario y todo el mundo reserva de un año a otro. Pero nuestra fiesta, la que llevamos en el corazón, es La Cruz, en la que nos tenemos que emplear para que en la medida de lo posible el programa sea para disfrutar todos los vecinos.
¿Cómo se está preparando Potes para la llegada del Año Jubilar Lebaniego?
Es un trabajo común entre la Consejería y los ayuntamientos. No solo deseamos que salga bien en cuanto a actividades y visitantes, sino que creo que tenemos la asignatura pendiente del Camino Lebaniego.
El mayor hándicap que tenemos son los aparcamientos, pero ya estamos llegando a acuerdos con los propietarios de las fincas. Es una fórmula que funciona y ya tenemos un par de fincas más de las que teníamos.
Intentamos dar la mejor imagen, tener los mejores servicios y atender a los miles de visitantes que se acercan. Dentro de esos servicios, todos los días vienen 25 autobuses y hay que darles una salida para que puedan descargar, aparcar… Esas cosas del día a día que hay que tener organizadas.
El mayor problema que se presenta en Liébana es la vivienda
¿Cómo afronta el Ayuntamiento el problema de la despoblación?
Desde que estoy en el Ayuntamiento, la mayor población que conocí fueron 1.520 habitantes y ahora no llega a 1.350. Ha bajado casi 200 personas en 20 años y sigue perdiendo población porque está muy envejecida.
En cuanto a medidas, tenemos las ayudas típicas al estudio, 400 euros al nacimiento… Pero por desgracia, el año pasado hubo seis.
Potes tiene un problema muy grande: que no tiene viviendas vacías. Lo que tenemos que conseguir es más edificación. Lo que hay hoy son segundas residencias o se están destinando a usos turísticos, que es algo que está en auge. Hay que buscar alguna medida para intentar que eso no suponga la pérdida de posibilidad de crecer el pueblo como pueblo y de que los trabajadores tengan dónde quedarse. Creo que el mayor problema que se presenta en Liébana ahora mismo es la vivienda.
¿Cómo afecta la presencia del lobo en Potes?
Too lo que le pasa a Liébana le pasa a Potes. Aunque Potes no tenga ganaderos y no sufra el ataque del lobo, porque no hay y aquí tenemos otra actividad, no me deja de importar lo que le pase al vecino de Turieno o de Vega de Liébana. Ahí estoy con los ganaderos.
Es más, en Potes vemos cosas que no pasaron nunca: vemos a 100 buitres comerse una oveja al lado de la carretera, el otro día había un corzo en una calle del pueblo, los jabalíes bajan a algún contenedor del extrarradio, se han visto osos en el Monte de La Viorna… Eso lo que demuestra es que hay un incremento de la población del lobo y del oso.
Tenemos que convivir y en Liébana tenemos que vivir de nuestros recursos naturales, e indudablemente la ganadería es muy importante. Yo creo que hay que conciliar la conservación del lobo con la supervivencia del ganadero.
¿Cuál es la solución?
Controlar la población. El haber animales donde no estuvieron nunca es síntoma de que hay una sobrepoblación. Afortunadamente, los osos a día de hoy no han dado un problema mayor en cuanto a ataques, pero los lobos es un día sí y otro también.
Ahí estoy con la línea de actuación del Gobierno de Cantabria y el consejero de Ganadería, Guillermo Blanco, que hay que hacer un control de la población y que tendrá que haber lobos pero en el número que sea compatible con los usos tradicionales de pastoreo que se venían haciendo hasta ahora.
Si ahora se producen ataques de lobos a 100 metros del núcleo rural y antes no, o es que no llevas las ovejas al monte y tienen que venir, o es que hay lobos hasta para que duerman al lado de la cuadra.
¿Se va a presentar como candidato a la alcaldía de Potes en 2023?
Yo soy un alcalde del Partido Popular. La decisión de quién es cabeza de lista la toma la dirección regional del partido, no el alcalde. Todavía no hemos hablado. Podría darse el caso de que decida a otra persona. No creo, no es probable. Solo podría decirte que, bajo todas las circunstancias, sí sería candidato. Ahora es el momento de pensarlo.
Para mí es importantísimo el equipo que llevo. Si te digo que sí y resulta que no me veo acompañado ni apoyado por mi equipo de Gobierno, tendría que cambiar de opinión y decir que no. Yo esto no lo hago solo, dependo mucho de la gente que va conmigo, que es gente de confianza, que trabaja y con la que estás a gusto.