Gregorio Alonso, alcalde de Vega de Liébana: «En el mundo rural no pedimos una discriminación positiva, sino igualdad»

Gregorio Miguel Alonso Bedoya ‘Goyo’ (Dobarganes, 1965) es alcalde de Vega de Liébana desde 2007. ‘Goyo’ (PRC) regresó a su municipio natal para abrir una posada tras ser despedido de la financiera en la que trabajaba. Nunca había sentido la llamada de la política «en ningún aspecto» hasta que Armando Cuesta, su predecesor, se lo propuso en 2003.
«El común de los mortales no conoce las labores del Ayuntamiento. Cuando profundizas ves lo que se hace y te va enganchando», comenta ‘Goyo’. «Aquí la figura del alcalde lo abarca todo. Para bien o para mal, el 100% le cae al alcalde», asevera.
Durante estos años, el regidor ha pensado en dejar la política varias veces porque «es dura», ya que «la oposición a veces hace de juzgado». «He salido absuelto dos veces, pero pasas por fases en las que en un primer momento no lo entiendes y, sobre todo, sometes a tu familia a una exposición», argumenta.
Según el regidor, Vega de Liébana es el municipio «más ganadero» de la comarca, pero la cada vez mayor presencia del lobo dificulta el desarrollo de una actividad como la ganadería extensiva.
Aún así, la mayor inquietud política de ‘Goyo’ en la actualidad es, probablemente, el avance de la despoblación. Para ello, aboga por una estrategia global que comience desde la fiscalidad «porque no se puede tratar igual al autónomo de Cucayo que al de El Sardinero». «Es una cuestión de justicia. No pedimos una discriminación positiva, lo que pedimos es igualdad», remarca.
¿Estaría a favor de un único Ayuntamiento comarcal?
Sí, pero con matices. La parte sur de la comarca (Vega, Cabezón y Pesaguero) tiene hoy en día una falta de inversiones brutal. Si se hace un plan en el que igualemos infraestructuras y servicios, podemos unificarnos en condiciones de igualdad.
Unificarnos hoy para que el rico sea más rico y el pobre más pobre, no. Si el criterio y las inversiones son por la notoriedad en cuanto al sector turístico y la población, no. Tenemos que unirnos, hay servicios que ya los podríamos llevar todos en común, como los servicios técnicos para el urbanismo, o unificar más la secretaría- intervención. Para ser un único municipio tendría que ser con ciertas condiciones.
Ahora mismo es brutal el desequilibrio que se está produciendo con las políticas del Gobierno de Cantabria y del Ministerio, que priman que la gente se establezca en la zona norte de la comarca.
¿Qué balance hace de esta última legislatura?
Hemos pasado por una época un poco extraña porque la COVID-19 nos ha afectado a todos tanto en actuaciones como en proyectos. Muchísimos recursos se han destinado a eso y algunos proyectos se han visto retrasados. Se inicia el proceso, pero lo que teníamos que resolver en dos años, se resuelve en cuatro.
Un altísimo porcentaje de las cuestiones en este municipio se hacen con dinero que no es municipal, y si el Gobierno regional no tiene capacidad, también nos afecta.
Yo creo que los vecinos están contentos porque ven que los peones están todo el día limpiando, el servicio de agua creo que va bastante bien, los trabajos por la viabilidad invernal también funcionan bastante bien…
¿Cómo valora la gestión que se hizo desde el Ayuntamiento para combatir la COVID-19?
Creo que ha estado bastante bien. Muy acorde con lo que se ha hecho en general. Hemos estado a disposición de los vecinos para cualquier necesidad, hemos repartido mascarillas, geles, alimentos, medicamentos… También una labor de tranquilizar al personal.
Llevábamos a cabo muchas labores que no sabíamos a ciencia cierta si verdaderamente eran efectivas. Nos dedicábamos a desinfectar con lejía y después se ha demostrado que no servía para mucho.
¿Qué acierto o error del Ayuntamiento destacaría en estos cuatro años?
Hay proyectos que trascienden lo que es una legislatura. Ahí es donde vemos las dificultades.
Estamos empeñados en la rehabilitación de la mini central que tiene el Ayuntamiento en Dobres. En un principio dependes de un Plan de viabilidad. Este año, con el coste de la tarifa eléctrica, los números nos dan, pero antes de esta crisis el precio de la energía no estaba tan alto y era para aventurarse pero con mucha prudencia. Estamos colaborando con la Consejería de Obras Públicas y con Confederación para elaborar el proyecto y obtener la concesión.
Que te lleve mucho más tiempo la tramitación que la obra nos tiene que hacer reflexionar
¿Hay algún proyecto que estuviera previsto y haya quedado pendiente de ejecución?
No. Hubiera deseado que estuviera en un grado más avanzado de ejecución, pero hay que asumir el lugar en el que estamos con los condicionantes ambientales que tiene. Por ejemplo, el aparcamiento de San Glorio nos llevó cinco años de tramitación.
Cualquier asunto que te lleve una tramitación de años, no eres capaz de ejecutarlo. Que te lleve mucho más tiempo la tramitación que luego la obra nos tiene que hacer reflexionar si vamos en la buena dirección. Es verdad que es muy garantista, estamos muy tutelados y cualquier cuestión lleva 200 informes.
¿Se han realizado los proyectos previstos para Vega de Liébana en el Plan de Sostenibilidad Turística?
El punto de recarga para vehículos eléctricos está hecho. También estamos intentando redactar un proyecto de Sostenibilidad Turística solo para este municipio y vamos a ver si podemos hacerlo compatible con la habilitación de una zona de escalada en Dobres.
El proyecto constructivo de la Cueva de los Emboscados en el Monte de La Viorna está en licitación; estamos pendientes del informe para la idoneidad de la ubicación propuesta para el área de servicios para autocaravanas; el Ministerio de Fomento ha emitido informe negativo para la pasarela peatonal de Osango y estamos buscando una alternativa; para acondicionar el mirador de Collado de Llesba tenemos dificultades por la distancia al Parque y estamos remodelando el proyecto para adaptar el de San Glorio; estamos con las autorizaciones de la zona de despegue de vuelo libre de La Viorna; y para el estudio de viabilidad y desarrollo del ecoturismo en el Valle de Pineda nos pidieron una reformulación y creo que saldrá adelante.
El Fondo de Cooperación Local es la salvación para los Ayuntamientos en riesgo de despoblación
¿A qué se van a destinar los 106.270 euros del Fondo de Cooperación Local que corresponden a Vega de Liébana?
El Fondo de Cooperación Local es la salvación para los Ayuntamientos pequeños que estamos en riesgo de despoblación. Si esto se eliminara, estoy seguro de que los municipios en riesgo extremo, unos 17, acabarían cerrando.
Se dedica a tapar esos pequeños agujeros que nos crean, y que no somos capaces de equilibrar con las tasas que cobramos, el alumbrado público, la recogida de basuras y la ayuda a domicilio. Tenemos una fiscalidad muy laxa vía impuestos, se cobra muy poco por los servicios aunque al vecino nunca le parece suficiente. Los impuestos y las tasas más bajas de Liébana están aquí.
En el futuro del mundo rural no soy optimisma
¿Cómo afronta el Ayuntamiento el problema de la despoblación?
En el futuro del mundo rural no soy optimisma. Hay que invertir. Se trata de potenciar los servicios que hay y dar las condiciones para que cualquiera que quiera venir tenga los accesos, los suministros y la conectividad como en la ciudad.
Se está haciendo una labor vital en la Comisión para el Despoblamiento. Hay una constante demanda para la fiscalidad del mundo rural porque no se puede tratar igual al autónomo de Cucayo que al de El Sardinero. Cuando mandas a tu hijo a Santander y tienes que poner 15.000 euros de tu renta, no le estás tratando igual que al de Bezana. Esa renta que pones para igualar ese servicio se tiene que igualar de alguna manera. Es una cuestión de justicia. No pedimos una discriminación positiva, lo que pedimos es igualdad.
Esto no puede ser una política municipal. En Vega de Liébana tenemos unas modestas ayudas a la natalidad de 350 euros por nacimiento y 100 euros en ayudas al estudio a cada chaval menor de 16 años. Las medidas para la despoblación tiene que ser una estrategia del Gobierno de Cantabria y de España.
No obstante, he visto la implicación de prácticamente todas las consejerías: se ha bonificado la aportación económica del Decreto 91 del 30% al 20%, en la infraestructura del transporte escolar se puede recoger a los chavales del instituto, el cajero automático es un servicio que se da para que la gente tenga disposición de efectivo, el nuevo sistema para la dosificación de medicamentos que fue una sugerencia mía, también se pide la exención en el canon de saneamiento aunque ya nos han quitado el tramo fijo…
¿Se ha avanzado en el proyecto de conexión entre las localidades de Barrio y Resoba mediante un camino natural y su ampliación hasta el límite con Potes?
El documento definitivo se va a 1.553.000 euros, financiado por el Ministerio de Agricultura con cargo al programa Caminos Naturales, desde el límite con Palencia hasta Potes. Ya tiene todas las bendiciones del Gobierno de Cantabria y Tragsa lo mete en programación para el año que viene.
Es una mejora en la estructura del camino. Consiste en sacar aguas de la vía y en ciertos tramos echar una capa de hormigón. Se quiere dejar un camino cómodo y accesible tanto peatonal como a vehículos autorizados (ganaderos y vecinos de determinadas Juntas Vecinales).
¿En qué punto está el soterramiento de las líneas eléctricas y la mejora de la Red de Caminos Rurales?
En Bárago nos han pedido hace unos 20 días una ampliación de documentación y está a punto de salir la resolución. En el de La Vega-Bores se han hormigonado dos tramos y se está ejecutando la conexión con el depósito de Vega. Hemos hecho uno en Dobarganes y está adjudicado otro en Villaverde-Ledantes que forma parte del trazado del Camino Lebaniego que viene de León y espero que lo ejecuten en primavera.
Dentro de las actuaciones del Camino Natural tenemos hormigonado en La Vega, Tollo y Porcieda. Aproximadamente un kilómetro por cada núcleo.
La presencia del lobo y la ganadería extensiva es incompatible
¿Cómo afecta la presencia del lobo en Vega de Liébana?
La presencia del lobo y la ganadería extensiva es incompatible. La solución es regular la presencia del lobo o la ganadería desaparece. Somos el municipio más ganadero de Liébana, con 3.800 cabezas de ganado vacuno y 45 cartillas.
El ganadero ha evolucionado. Antes en cada casa había 10 personas y se podía prestar una vigilancia de 24 horas al ganado. Eso ya no pasa. Tiene que ir a un método en el que su presencia no puede estar 24 horas vigilando el ganado. El ganadero hoy está solo y eso la Administración lo tiene que entender. Por lo tanto, hay que regular la presencia de los depredadores y bajar el nivel de daños al mínimo posible. Hoy por hoy hace imposible el dedicarse a este tipo de actividad.
Como mal menor, la compensación económica está bien, pero el ganadero lo que quiere es ser capaz de sacar adelante sus animales. Ya hay ganaderos que no declaran los daños porque pasan de estar tres días de trámites burocráticos por una cabra. Se produce un desánimo en el ganadero. Hay que aligerar la burocracia un montón.
Apoyo decididamente la postura beligerante del consejero de Ganadería en este aspecto y creo que el Ministerio se ha equivocado en estas zonas clarísimamente.
¿Cómo compatibiliza su trabajo y sus puestos como alcalde, presidente del Grupo de Acción Local de Liébana, miembro de la Comisión para el Despoblamiento, la Federación de Municipios y la Red Cántabra de Desarrollo Rural?
Requiere tiempo. Son todo cargos sin remuneración pero llevan tiempo. Es parte de la vida. Es verdad que lleva un sacrificio personal, pero sobre todo quien lo sufre es mi familia.
El Grupo de Acción Local y la Red Cántabra de Desarrollo Rural tienen muchas cosas positivas. En el Ayuntamiento te puedes encontrar que parte del día estás resolviendo problemas. Lo otro son iniciativas a mejorar.
Tenemos que llegar a una fórmula en la que seamos solidarios con el más pequeño
En cuanto a sus cargos como alcalde y presidente del Grupo de Acción Local, ¿supone un conflicto de intereses en algunas situaciones?
Lo que hay que pedirnos a los alcaldes es que nos elevemos un poco más. Lo lógico en la promoción, yo creo, es como comarca, que nos beneficia a todos. Lo que es bueno para uno es bueno para todos. La cosa es que venga para Liébana, después que cada uno nos lo disputemos es lo normal.
Tenemos que ser conscientes de lo diminutos que somos. En un mundo globalizado no somos nada. Estamos obligados a llegar a una fórmula, y creo que tenemos que llegar a una en la que seamos solidarios con el más pequeño, por ejemplo con Tresviso.
En el Plan de Sostenibilidad Turística yo creo que los grandes han seguido esa corriente. De hecho, el 99% de las decisiones en el Grupo de Acción Local salen por unanimidad y eso se lo tengo que agradecer a mis compañeros. Ahí vamos todos de la mano.
La mayoría no somos ni tan crueles ni tan malos
¿Cree que su paso por el Juzgado en 2021 acusado de un delito de falsedad documental puede afectarle, a usted o al partido, en las próximas elecciones?
No. Te puede afectar en el caso de que no te hubiera salido bien. Al día siguiente tuve más de mil mensajes de todo tipo dándome la enhorabuena. La gente lo mira de reojo, pero la mayoría no somos ni tan crueles ni tan malos.
En esto se hace pasar a la gente por una tensión que a la hora de denunciar creo que lo tendríamos que valorar más. La oposición se hace más aportando ideas. Nos metemos en esa dinámica que no es buena para nadie. El tiempo pone a cada uno en su lugar.
¿Se va a presentar como candidato a la alcaldía de Vega de Liébana en 2023?
Seguramente sí, pero lo primero que tenemos que hacer es sentarnos el equipo de mi partido. Yo no voy solo, voy acompañado. En un alto porcentaje seguro que me toca a mí, pero primero tenemos que analizar lo que hemos hecho, si tenemos cuerda para más, y ver si estamos dispuestos, tanto ellos como yo, a realizar el esfuerzo.