Cinco elementos patrimoniales de Liébana, entre las ilustraciones de la exposición ‘Patrimonio ilustrado de Cantabria. Un legado a conservar’

Las Casas solariegas y la Torre de Vendejo, las Torres de Campo, la Iglesia de Ledantes, el hórreo de Valdeprado o las Minas de Áliva son algunas de las construcciones que se pueden observar en la exposición ‘Patrimonio ilustrado de Cantabria. Un legado a conservar’, que permanecerá en la Torre del Infantado de Potes hasta finales del próximo mes de enero.
La muestra de Beatriz Cea Díaz, comisariada por el conservador y restaurador Giuliano Camilleri, está formada por una veintena de ilustraciones digitales que simulan el efecto de una plumilla. «En realidad es dibujar exactamente igual pero en vez de usar papel y tinta uso la tablet», explica.
A través de sus trabajos, Beatriz realiza un recorrido por diferentes elementos patrimoniales y construcciones de Cantabria con distintos grados de conservación, entre los cuales se pueden observar «algunos «básicamente en estado de ruinas, otros que se van a intervenir el próximo año y otros que han estado en ruinas, se han restaurado y ahora se les dan otros usos».

Ilustración de las Minas de Áliva, de Beatriz Cea.
Cada ilustración cuenta con una ficha patrimonial que incluye datos como el tipo de patrimonio del que se trata, su ubicación, su historia, a quién pertenece, el estado de conservación y el grado de protección patrimonial.
La dibujante comenzó este proyecto en 2019 «a modo de ilustración denuncia» para señalar en sus redes sociales aquellos «edificios que estaban en un riesgo real con un deterioro muy avanzado y se podían venir abajo».
Actualmente, Beatriz tiene como objetivo trasladar la exposición, impresa en la imprenta regional a cargo del Gobierno de Cantabria, a los lugares donde se encuentran los elementos patrimoniales que aparecen en ella, puesto que la muestra refleja casi toda la geografía cántabra.