La obra más íntima y religiosa de José Ramón Sánchez se expone en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes: «Son 23 obras inéditas»
El artista José Ramón Sánchez lleva su exposición Pingere Sacris (Pintando lo sagrado) al Centro de Estudios Lebaniegos dentro de la programación del Año Jubilar Lebaniego 2023-2024. Se trata de 23 obras «inéditas» que forman parte de una colección compuesta por medio centenar de pinturas en las que el artista plasma su «faceta más personal» y su carácter religioso, según revela el comisario de la exposición Jesús Mazón.
La muestra, que permanecerá en este espacio cultural de Potes hasta el próximo mes de febrero, se pintó entre 1997 y 1999. Desde entonces, el artista ha mantenido la colección guardada en el Seminario de Corbán (Santander) durante estas dos décadas.
Con estas pinturas al óleo, José Ramón Sánchez «lleva a su terreno», según apunta Mazón, las obras religiosas más conocidas de históricos artistas como el Greco, Murillo, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci o Tiziano.
«La exposición está muy cuidada y es muy íntima y reconocible«, describe el comisario de la muestra, que asegura, además, que en Pingere Sacris «todo el mundo va a encontrar la pintura de José Ramón Sánchez».
Asimismo, la muestra consta de una infraestructura digital a través de su página web en la que se pueden encontrar vídeos explicativos del propio autor sobre cada una de las obras que permanecerán expuestas en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes hasta febrero de 2024.
Pingere Sacris
Entre las obras exhibidas en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes durante los próximos tres meses, José Ramón Sánchez destaca algunos cuadros como el de ‘La Pietá’, una obra que «me conmueve», o ‘El Apocalipsis de San Juan Evangelista’, al que considera «muy especial» por ser «el único cuadro sobre el que yo he contado una historia muy compleja».
Pero en el caso de ‘El Cristo de Velázquez’, «son palabras mayores». Para el artista, se trata de la «obra cumbre del arte religioso de todos los tiempos».
En contraposición, cuadros como el de ‘Santa Ana, la Virgen y el Niño’ «no es de los buenos», pero Sánchez lo ha pintado «con mucho respeto» hacia su autor original, Leonardo Da Vinci, al que describe como «la perfección y la elegancia». «Es el maestro de maestros», asegura con convicción. Acerca de la obra, Sánchez opina que es «muy tierna», al igual que lo es también ‘La Sagrada Familia’, sobre la que añade que es «muy hogareña, oculta y física».
El autor, incluso, ha reconvertido alguna de estas obras, como ‘Marta y María’, que «en principio no veía como un cuadro que pudiera tener una respuesta religiosa, pero la tiene», puesto que «convierto a la lechera en Santa Marta» y al fondo está «su hermana María Magdalena recibiendo a Jesús».