Peridis, sobre su última novela ‘El Cantar de Liébana’: «Siento que estoy en deuda con aquel sitio en el que nací»

José María Pérez González ‘Peridis’ (Cabezón de Liébana, 1941) ha presentado este domingo en el Centro de Estudios Lebaniegos su quinta novela, ‘El Cantar de Liébana’, que vio la luz el pasado 25 enero. Escrita e ilustrada por él mismo, Peridis describe su última obra a InfoLiébana como «un libro de autor, con todas las de la ley, desde la portada hasta el final».
En definitiva, se trata de un homenaje a la comarca lebaniega, pues «siento que estoy en deuda con aquel sitio en el que nací y en el que vi los Picos de Europa cuando tenía año y medio», afirma el autor. «Liébana es un pequeño paraíso que se conserva muy bien para lo que hay por ahí. Fue donde vi la primera luz y un sitio de veraneo donde aún tengo amigos», sostiene.
Con esta novela, Peridis pretende «que la gente sepa distinguir Beato de los beatos: quién era, por qué es de Liébana… desentrañar un poco el enigma de Beato», así como «valorar enormemente la importancia de los beatos en la historia del arte universal». De hecho, el dibujante considera que Beato debería ser «el patrono de los dibujantes de cómics»: «A ver si con este libro lo consigo», comenta entre risas.
Para el escritor, «los beatos son como una escalera de cinco siglos que va incorporando lo que se lleva en cada momento de la historia, por lo que son testimonios muy valiosos de la evolución del arte, referido a la ilustración de libro, en esos tiempos». «Los beatos son las más extraordinarias manifestaciones iconográficas de la historia del arte universal», dice citando a Umberto Eco. «Y yo no le voy a llevar la contraria», puntualiza.
El Cantar de Liébana
‘El Cantar de Liébana’ es una novela histórica sobre Beato de Liébana, una de las figuras culturales y religiosas más importantes de la Alta Edad Media que desarrolló su vida durante el siglo VIII en el monasterio de Santo Toribio, donde escribió un comentario al Apocalipsis de San Juan. Una de las salas de la Torre del Infantado alberga la exposición de Beatos más grande del mundo.
«El lector se va a encontrar con una novela en las manos escrita por un lebaniego, dibujante como Beato, en principio, que nació a menos de cuatro kilómetros de Santo Toribio, que ha tenido mucha vinculación con Liébana y que trata de contar quién era Beato y qué son los beatos«, puntualiza el escritor.
En la obra se entrelaza la historia y vicisitudes de Beato en aquellos remotos y oscuros albores de la Edad Medida, cuando toda la península estaba por reconquistar, con la peripecia, en nuestros días, de Eulalia, una señora sexagenaria que se ha quedado viuda recientemente y, para rellenar el vacío de sus días, se apunta en la Universidad de Valladolid a un seminario sobre los beatos, cuyo descubrimiento «le abre un nuevo horizonte» y «es lo que le levanta la moral y la enchufa a la vida de nuevo», adelanta el autor.
Allí conocerá a la simpática Tiqui, una joven alternativa que será su maestra en los códigos del mundo contemporáneo (tan abtrusos para ella como los códices medievales) y al excéntrico Don Crisógono, un profesor que reta a sus alumnos a que hagan un descubrimiento sensacional. Entre tanto, algunos vecinos de Liébana, «que están vivos y me han ayudado mucho», aparecerán durante el transcurso de la trama.
«Si no lo has vivido, no lo puedes contar»
A lo largo de su vida, Peridis ha tocado casi todas las disciplinas del mundo de la cultura, pero además «he sido siempre divulgador, arquitecto de profesión, humorista y en cierta medida comentarista político», se describe a sí mismo.
Sin embargo, hace unos años decidió probarse en la escritura, entre otros motivos, «para llenar de sentido la vida, para deleitar aprovechando. Es decir: entretener, divertir y a la vez ilustrar, formar… De manera que quien lea un libro sepa mucho más y se lo haya pasado bien», explica con detalle.
Peridis escribe sobre los lugares «en los que he estado, he vivido y he sentido»: «Si has nacido en Liébana, los primeros olores que tienes son de la cocina de leña, cuando sales a la calle hueles al bosque de roble recién llovido… Si eso no lo has vivido, no lo puedes contar», asegura. «Dice Cervantes que si se sabe sentir, se sabe decir. Si no sientes, no puedes transmitir sentimientos», sentencia.
«No he perdido ni raíces, ni vinculación, ni mis amigos»
El ilustrador salió de la comarca lebaniega cuanto todavía tenía tres años pero, aún así, asegura que tiene «un montón de recuerdos», como la casa desde la que vio su primera luz, la cocina, la lumbre, el Sagrado Corazón de Jesús que tenía su madre… incluso a ‘Juanuca’, su vecina de abajo. «Esos recuerdos alimentan. Tener recuerdos de un sitio, de una situación de la familia, de unas sensaciones… Eso no tiene precio«, comenta con nostalgia.
Sin embargo, Peridis no se plantea volver a asentarse en el medio rural donde pasó su primera infancia. «Tengo que participar de las tareas que tiene que participar una persona comprometida con la cultura y la comunicación en los sitios donde hay cultura y comunicación, eventos, teatro, cine, conferencias…», argumenta. No obstante, el divulgador asevera que «no he perdido ni raíces, ni vinculación, ni mis amigos».