El cierre temporal de un centro educativo sólo se valorará ante una transmisión «no controlada»

El cierre temporal de un centro educativo sólo se producirá ante supuestos de «transmisión no controlada» y en última instancia. La notificación de un positivo en un aula conllevará un periodo de cuarentena y la realización de pruebas PCR para toda la clase. Se considerarán contactos estrechos de un positivo a cualquier alumno que haya compartido espacio con el caso confirmado, a una distancia menor a los dos metros.
Estas medidas han sido recogidas en la ‘Guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos’, aprobado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta y uno de los dos documentos abordados hoy en el marco de la reunión conjunta de la Conferencia de Sectorial de Educación y el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, presidida por los ministros de Sanidad, Educación y Política Territorial, Salvador Illa, Isabel Celaá y Carolina Darias, respectivamente, y en la que han participado los consejeros de Sanidad, Miguel Rodríguez, y Educación, Marina Lombó.
El Gobierno de España también ha planteado un documento de acuerdo -con veintinueve medidas y cinco recomendaciones- sobre ‘Actuaciones Coordinadas en Salud Pública frente al COVID-19 para centros educativos durante el curso 2020-2021, que establece la mascarilla obligatoria a partir de los seis años, el incremento de la ventilación, el mantenimiento del servicio de comedor y la creación de un grupo de coordinación entre los servicios autonómicos de Salud Pública y Educación para una gestión ágil de los positivos que se produzcan en este ámbito.
Según Lombó, Cantabria apoya el texto, que «actualiza» la guía publicada por los Ministerios de Educación y Sanidad el pasado mes de junio y que es la base para la elaboración del protocolo propio de cada Comunidad Autónoma. El protocolo que se aplicará en Cantabria se publicó el pasado 7 de agosto en el Boletín Oficial de Cantabria y es «lógicamente, más exhaustivo y detallado», ha dicho la consejera.
Además, la titular de Educación se ha mostrado «especialmente satisfecha» por la guía de actuación ante la aparición de casos elaborada por la Ponencia de Alertas, que «da respuesta» a algunas de las cuestiones que el Gobierno cántabro consideraba que «quedaban por resolver».
Por su parte, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado, ya que «da seguridad a toda la comunidad educativa». «El protocolo de Cantabria está preparado, es serio y riguroso», ha subrayado Rodríguez.
El consejero da por seguro que se darán positivos en las aulas, al igual que en otros entornos, pero ha subrayado que «lo importante» es «frenar las cadenas de transmisión», para lo que será «fundamental» la coordinación entre los centros educativos, la Consejería de Educación y Salud Pública.