Cantabria conmemora el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía

El presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez, ha destacado que la autonomía de Cantabria «se ganó en la calle» por el decidido impulso de los colectivos ciudadanos que reclamaron independizarse de Castilla y apostar por el autogobierno en un contexto histórico -ha recordado- «muy convulso desde el punto de vista económico y social». «Las movilizaciones sociales generalizadas fueron acicate, detonante e impulso para que los representantes políticos reaccionasen», ha expresado.
El Estatuto de Autonomía fue aprobado en el Congreso de los Diputados el 15 de diciembre de 1981 y entró en vigor el 1 de febrero de 1982. Marcó el inicio del autogobierno de Cantabria como Comunidad Autónoma y, en estas cuatro décadas, ha traído consigo la mayor etapa de progreso de toda su historia.
En el acto celebrado en el patio del Parlamento con motivo del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Cantabria, Gómez ha subrayado que fue «un proceso histórico que recuperó nuestra identidad y que nos ha conducido a ser una comunidad abierta a Europa».
«Nuestra voz como comunidad debe también ser fuerte» -ha reivindicado- «para defender con determinación y unidad cuestiones como la reforma del sistema de financiación autonómica, un asunto vital, de enorme trascendencia para el futuro de Cantabria».
Proyección documental
Durante el acto se ha proyectado un documental realizado por el centro territorial de RTVE en Cantabria para celebrar este aniversario, que recorre la historia de cómo se forjó la autonomía de Cantabria y su desarrollo durante estas cuatro décadas. Un trabajo que recupera imágenes y testimonios de protagonistas de la época que van sirviendo de hilo conductor para enhebrar el relato de cuarenta años de historia.
La jornada ha estado amenizada por la Agrupación de Danzas Virgen de Las Nieves y la Orquesta Sinfónica Juvenil UIMP- Ataulfo Argenta que interpretó tres piezas musicales.
En su intervención, el presidente del Parlamento ha llamado «a liderar nuestro propio futuro con determinación y coraje ejerciendo responsablemente tanto las competencias constitucionales como las que determina nuestro Estatuto».
Al hilo, ha añadido que el ejercicio de esa responsabilidad política «no debe consistir solo en reivindicar sino en ejecutar proyectos y medidas -con la necesaria colaboración entre administraciones- para el desarrollo político, económico y social».
Defensa de las instituciones
Frente a las campañas de desprestigio y descrédito, el presidente del Parlamento se ha mostrado partidario de «defender y reivindicar las instituciones» porque son las que vertebran la autonomía, las que dan estabilidad y garantía democrática, «y las que sostienen el estado de derecho». «Defendamos con pasión la confianza en nuestras instituciones como antídoto contra los populismos y los procesos involucionistas que buscan debilitarlas», ha remachado.
Al margen de su función legislativa y de control del Gobierno, Joaquín Gómez ha definido al Parlamento de Cantabria como un foro «de reflexión, diálogo y debate que construye el futuro de la comunidad porque la sociedad se haya representada en él».
Evocación histórica
«En estas cuatro décadas» -ha dicho Gómez- «se ha consolidado la creciente pulsión de nuestra identidad cántabra que se reivindicó con fuerza, y en la calle, en los albores de la transición, cuando el soplo de la libertad también empujaba ya un creciente espíritu de cambio y progreso en el conjunto del país».
El discurso del presidente ha hecho un recorrido histórico desde finales de los años setenta hasta la consecución de la autonomía, en 1982, en el que ha detallado el contexto social en el que surge la reivindicación autonomista. Así, Gómez ha subrayado que la caída de la dictadura «resucitó y enfervorizó una identidad y de reafirmación de nuestra singularidad frente a otros, que consiguió cambiar el rumbo que el estado central había previsto para nosotros».
«Toda la dinámica del proceso» -ha considerado- «es un vertiginoso movimiento de abajo -la sociedad, los ciudadanos- hacia arriba: los representantes políticos y las instituciones, sobre la convicción de un proyecto y una identidad común que surge de la calle, de las asociaciones y movimientos que presionan públicamente en favor del autogobierno».
En su intervención, ha destacado el «impulso inicial» que es el histórico ‘Manifiesto de los 100’ en 1976, un documento rubricado por un centenar de ciudadanos que denunciaba la situación socioeconómica de Cantabria y que proponía recuperar la identidad histórica y cultural del pueblo cántabro. «Un movimiento y un sentimiento» -ha dicho- que «cristaliza» en la formación de ADIC, la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria que eligió como primer presidente a Miguel Ángel Revilla.
También ha recordado el nacimiento a estas pulsiones identitarias, en 1977, cuando surge el Organismo Unitario para la Autonomía de Cantabria donde en origen todos los partidos políticos -excepto UCD y Alianza Popular- se unen en la reivindicación, junto a sindicatos y asociaciones.
Figura de Ambrosio Calzada
Cantabria fue la primera comunidad autónoma que accedió a la autonomía sin haber disfrutado antes de régimen preautonómico, «que hubiese podido facilitar el proceso y por ello, una vez aprobada la Constitución del 78 tenía que hacerlo con el procedimiento contemplado en el artículo 143», ha relatado.
En este punto ha mencionado a Ambrosio Calzada, alcalde de Cabezón de la Sal, «que ha pasado a la historia regional con letras mayúsculas, porque su corporación fue la primera en solicitar la autonomía de Cantabria«. Un paso adelante que «detona y acelera el proceso autonómico» y al que se van sumando 86 municipios más. «Una carrera contrarreloj en la que resultó decisivo el aval del Ayuntamiento de Santander, que concentraba la mayor parte de la población», ha dicho.
Al acto han asistido el presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, y los consejeros Paula Fernández, María Sánchez, José Luis Gochicoa, Ana Belén Álvarez, Marina Lombó, Guillermo Blanco y Miguel Rodríguez; la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, alcaldes de trece municipios de Cantabria y diputados de los cinco grupos parlamentarios.
También se han dado cita los expresidentes del Gobierno de Cantabria José Antonio Rodríguez e Ignacio Diego; Alberto Cuartas y Jesús Cabezón, ponentes del Estatuto; y el senador Félix de las Cuevas.
En representación del sector social: el presidente de CEOE Cantabria, Enrique Conde y el secretario de UGT, Mariano Carmona. Entre los presentes se encontraban las hijas del Ambrosio Calzada, Concha y Marisa Calzada.

El acto institucional ha tenido lugar en el exterior de la sede del Gobierno en la calle Peña Herbosa. Lara Revilla.
Acto institucional en Peña Herbosa
El Gobierno de Cantabria también ha conmemorado este lunes el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía en un acto institucional en el que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado que «ya no hay marcha atrás» para la autonomía de Cantabria porque el proyecto está «absolutamente consolidado». Además, ha vislumbrado un «extraordinario futuro» para la Comunidad Autónoma a partir de la superación de la pandemia de la COVID-19.
Revilla se ha mostrado «emocionado» al recordar cómo Cantabria consiguió recuperar su nombre y ha pasado a ser una «autonomía conocida y reconocida», amante de sus tradiciones. «Es abrumador ese sentimiento de pertenencia a Cantabria, pero compatible, al mismo tiempo, con el orgullo que sentimos los cántabros, a diferencia de otros territorios, de pertenecer a España«, ha enfatizado Revilla, quien ha destacado «espíritu» autonómico afianzado entre los jóvenes.
Después de recordar el procedimiento legal recogido en la Constitución Española que desembocó en la aprobación del Estatuto, el presidente ha reiterado, como lo hiciera en aquellos momentos, que Cantabria es una «región de libro geográfica y humanamente» con cultura, costumbres y manera de ser propias, pero «nada separada del resto» porque la suya es una autonomía «bien entendida».
Y es que, a su juicio, «se es una región o no se es no por tamaño, sino por sentimiento», algo tan «irrefutable» como el hecho de que «los asuntos se solucionan mucho mejor desde el lugar donde los problemas se conocen y se padecen».
El jefe del Ejecutivo ha señalado que el este día es «trascendental» para rendir homenaje a estas cuatro décadas de autonomía y para poner el foco en el futuro y en la necesidad de adaptar el Estatuto a la nueva realidad de Cantabria.
Tras referirse a las cuatro reformas realizadas en este periodo -la última, la supresión del aforamiento de los diputados-, Revilla se ha referido a otras «cosas pendientes» para completar la autonomía, cuestiones que, ha añadido, «no corren excesiva prisa, pero sí sería bueno que empezáramos a meditar sobre ellas». Por ejemplo, un Tribunal de Cuentas propio o que el presidente tenga la atribución de poder adelantar las elecciones sin necesidad de agotar los cuatro años de legislatura, posibilidad que ya existe en otras comunidades.
Además, al hilo de las situaciones extraordinarias surgidas durante la pandemia, también ha reclamado la facultad de aprobar decretos leyes para poder tomar decisiones de forma autónoma.
No obstante, el presidente se ha mostrado «optimista» de cara al futuro y ve cada vez más cerca el final de la pandemia gracias a las vacunas. Pero mientras tanto, ha apelado a «seguir adelante», centrarse en la recuperación de la economía y aprovechar el «ambiente positivo» que detecta en la ciudadanía.
Finalmente, ha concluido su intervención con vivas a Cantabria y a España y se ha desplegado sobre la fachada de la sede gubernamental de Peña Herbosa una bandera autonómica de 23 metros de alto por 1,5 de ancho, con el logo ‘Cantabria, 40 años de autonomía’ y al son del himno de Cantabria, interpretado por gaiteros de la Agrupación de Danzas Virgen de las Nieves de Torrelavega.