Antonio Martin, autor de ‘Montañismo para entusiastas’: «El montañismo es valorar la montaña como un lugar hermoso que produce emoción»

El montañero Antonio Martín ha publicado el libro ‘Montañismo para entusiastas por las cumbres de Cantabria’, el primer volumen de la colección ‘Rutas Extravagantes’ de la editorial R&R (Raúl Reyes ediciones), que recoge y describe 13 vías extravagantes, de las que nueve discurren por lugares poco comunes de la vertiente lebaniega de los Picos de Europa.
Para Martín, tal y como plasma en su obra, el montañismo no radica en un concepto deportivo, sino en «valorar la montaña como un lugar hermoso y bello que produce emoción». Se trata de un «movimiento romántico por percibir la belleza de la montaña y transmitirla de forma literaria, así como por el impulso de conocer» que «guiaba a los primeros alpinistas».
El ejemplar pretende «que la gente descubra el enorme potencial montañero del macizo oriental de los Picos de Europa» que, en general, «no resulta tan atractivo para los montañeros porque la Morra de Lechugales no tiene esa belleza de Peña Santa o del Urriellu».
Así, Martín asegura que «se pone en valor cumbres poco conocidas como Mermejo la Tabla, que es más baja y mucho más difícil de subir porque te mete por lugares más abruptos».
«La gente apenas se adentra en las canales que vierten a Liébana: a Brez, Tanarrio, Colio… Y las rutas se concentran allí, en esas zonas que desde punto de vista del montañero es más difícil y más abrupta», reitera.
Mientras que «el montañero tradicional valora siempre lo más alto, aquí se valora lo complejo, lo extravagante…», explica Martín. De esta manera, el libro permite tener un conocimiento «mucho más exaustivo» de la zona porque «no vas por la ruta que hace todo el mundo, sino que eres tú mismo el que estudia el terreno». «Muchas veces se aprovechan rutas de pastores», apunta.
No obstante, la obra «no es una descripción técnica», sino que contiene diversas referencias y conexiones con mitos griegos, así como un reiterado uso de la metáfora, con la finalidad de transmitir «entusiasmo y emoción» y que, «los que no pueden ir porque son mayores o no tienen las capacidades técnicas, por lo menos puedan disfrutar leyéndolo».
Además, el volumen incluye una cuña crítica «contra el uso de la montaña donde un lugar donde afirmar la identidad», ya que Martín ha confesado ser «muy beligerante contra ese tipo de cuestiones».

Antonio descendiendo la arista de la Robliza.
«Que tengas que subir a un pico y agradecérselo a los rebecos…»
Martín confiesa que tiene «especial fijación» con el Mermejo la Tabla, cuyo acceso es muy complejo debido a que tienes que «enfrentarte siempre a lugares de mucho vértigo» y «aprovechar los setos de los rebecos». «Que tengas que subir a un pico y agradecérselo a los rebecos…», comenta entre risas.
De los Picos de Europa, Martín ha destacado varias cimas que se distinguen por sus particulares características, tales como Peña Santa «por su dimensión» o el Pico Cabrones, una cumbre para la que «necesariamente tienes que trepar mucho», pero que es «tremendamente estética, sobre todo por el entorno».
La Robliza, por su parte, es «más pequeñita» pero ofrece «una vista absolutamente increíble, de esas que te eriza la piel cuando la ves y te parece imposible, pero luego es perfectamente posible si careces de vértigo».

Antonio en el pico Peña Santa.
Biografía
Antonio Martín (Santander) es un profesor de historia que se inició en el montañismo a los 15 años y se ha volcado en esta actividad en las últimas dos décadas.
A pesar de que el montañero ha realizado múltiples ascensiones en varias cordilleras, los Picos de Europa se han convertido en el lugar donde ha dado mayor rienda suelta a su pasión.
El santanderino está vinculado al club de montaña Orza (Los Corrales de Buelna) desde hace unos años, pero la mayoría de su trayectoria montañera la ha realizado de forma libre, disfrutando cada expedición con amigos.

Antonio Martín, junto a su compañero Xuacu, en el pico Mermejo La Tabla con El Jisu al fondo.