Subida al Pico Coriscao: un balcón a los tres macizos de los Picos de Europa

La subida al Pico Coriscao (2.234 msnm) es una ruta de montaña sencilla que te sitúa en un punto inédito: un paraje natural desde el que avistar los tres macizos de los Picos de Europa. Se trata de un trayecto lineal de unos nueve kilómetros y cuatro horas de duración (ida y vuelta), que salva un desnivel de casi 600 metros. Aunque la ruta carece de señalización, el sendero es visible e intuitivo, por lo que no tiene pérdida.
La ruta comienza en el Collado de Llesba (1.680 metros), junto al Mirador del Oso. Para llegar a este punto, a una media hora en coche desde Potes, es necesario subir al Puerto de San Glorio por la carretera N-621 –por el sur desde León o por el norte desde Cantabria-.

Mirador del Oso.
El ascenso por esta carretera ya es bastante imponente, pues pasas de estar a los pies de las montañas a superar las cumbres de algunas de ellas. Durante la subida, nosotros tuvimos la suerte de ver a un hermoso zorro desde el coche.

Un zorro en el Puerto de San Glorio.
Una parada obligatoria en este camino es el Mirador del Corzo, que ofrece unas vistas espectaculares que te dan una pista de lo que vas a ver durante la ruta.

Mirador del Corzo, a pocos kilómetros de San Glorio.
Una vez en San Glorio, donde encontrarás un espacio con mesas y bancos de madera, hay que ascender unos dos kilómetros más por una estrecha carretera que te llevará directamente hasta el punto de inicio de la ruta.

Vistas desde el Collado de Llesba, punto de inicio de la ruta.
El recorrido comienza a través de un sendero rodeado de matorrales, ubicado hacia el oeste –en paralelo a una pista descendente de tierra-. Aquí podemos ser testigos de las vistas que nos van a acompañar durante toda la ruta: los macizos central y oriental de los Picos de Europa a la derecha y el gran macizo de Peña Prieta a la izquierda.

Vista atrás desde la primera cumbre de la ruta.
Nuestra primera sorpresa fue el toro que nos encontramos a los pocos metros de comenzar la ruta, algo que no esperábamos tan pronto pero que resultó ser un agradable encuentro. No obstante, el encuentro con ganado fue tan inesperado como frecuente a lo largo de todo el camino. En nuestro caso, nos desviamos un poco del sendero marcado para no «invadir su espacio».

Ganado junto a la última subida al Pico Coriscao.
Después de atravesar la primera cumbre, nos encontramos con la parte «más compleja» del trayecto. Se trata de una ladera bastante pronunciada pero sin demasiada dificultad, ya que es un tramo corto y también es fácil fijar la pisada debido a que el terreno no es nada liso.
Antes de iniciar la subida hacia el Coriscao, debemos rodear Peña Gustal (1.942m) y Peña Cascajal (2.027m) por la izquierda. A pesar de que la climatología del día fue excepcional, el viento soplaba con bastante fuerza en algunos puntos del recorrido.
La última ascensión hacia la cumbre del Pico Coriscao salva unos 200 metros de desnivel y ya nos permite ver algunas rocas que indican la cima.

Cumbre del Pico Coriscao.
La vuelta la realizamos por el mismo camino, aunque tardamos menos tiempo. Para finalizar la ruta pensamos en acercarnos al Mirador del Oso, una misión que tuvimos que abortar cuando un grupo de cabras comenzó a rodearnos.

Rebaño de cabras junto al Mirador del Oso.
Fotogalería de la ruta

Ruta hacia el Pico Coriscao.

Los Picos de Europa desde el Collado de Llesba.

El paisaje que ves después de pasar la parte más complicada de la ruta.

El paisaje que ves después de pasar la parte más complicada de la ruta.

Vista hacia los Picos de Europa.

Vista atrás hacia el suroeste desde el inicio de la última subida al Pico Coriscao.

Vista atrás del recorrido desde el inicio de la última ascensión al Coriscao.

Vista atrás del recorrido desde el inicio de la última ascensión al Coriscao.

Montaña palentina desde la última subida al Coriscao.

Montaña palentina desde la última subida al Coriscao.