Ramón Soberón, el artista que crea universos más allá de los cinco sentidos

El arte de Ramón Ignacio Soberón (San Pelayo, 1961) es «un producto de expresión interior» que no solo está completamente desligado de la realidad, sino que en él no se reconoce nada de lo que es perceptible a través de los sentidos. Se trata de un arte contemporáneo y abstracto que representa universos imaginarios en continuo movimiento.

Obra de Ramón Soberón.
Durante su infancia, Soberón ya manifestaba una «especial inclinación» por al cartografía. Sin embargo, no fue hasta el año 2014 cuando se centró en el mundo del arte, tras dedicar 15 años de su vida a trabajar en una caja de ahorros. En ese momento, el artista comenzó a recrear mapas imaginarios y «macrocontinentes que existieron en la configuración actual de los continentes tal y como los conocemos».
El artista, autodidacta e influenciado por «el mundo artístico santanderino», reconoce que para crear no utiliza ningún sentido, sino que lo hace encerrado en una habitación. «Cojo el lienzo y empiezo a trabajar sobre él con un lápiz, generando formas y dinámicas sin ninguna referencia sensitiva. No percibo la realidad, sino que la introduzco en mi persona y la plasmo en un lienzo», comenta sobre su peculiar proceso creativo, en el que asegura encontrarse «muy bien».

Ramón Soberón posa frente a una de sus obras con una chaqueta pintada a mano por él mismo.
Con el paso del tiempo y el perfeccionamiento de la técnica, Soberón ha introducido nuevos motivos y ha incrementado el número de colores que utiliza en cada obra, ya que en sus inicios utilizaba únicamente el tono dorado, negro y rojo y un papel de alta densidad.
En cambio ahora, Ramón busca en sus creaciones la «armonía estética y cromática» a través de los «tonos cálidos» de «toda la gama de colores» y solo se permite poner límites «en algunas ocasiones». «Expresan una sensación de relajante complejidad», aprecia.
Los lienzos del artista presentan «mucho color, mucha densidad y mucho detalle», pero además constan de «mezclas de color muy particulares» y «diferentes consistencias» obtenidas a partir de la combinación de «acrílicos, pinturas para vidrio y porcelana, disoluciones férricas y ácidos».

Exposición de Ramón Soberón Gómez-Palacio en Andorra.
«Liébana es donde querías estar»
Ramón pasó su infancia en Santander y su adolescencia en Valencia. A pesar de que en 2014 se mudó a Viterbo (Italia), el artista reside actualmente en Andorra. Sin embargo, el artista recuerda a la perfección esas «ganas locas de que llegara la época estival» durante sus primeros años de vida «para volver» a la comarca: «Liébana es donde querías estar».

Chaqueta pintada a mano por Ramón Soberón.
Ramón Soberón ha expuesto sus obras en salas de distintos lugares del mundo, desde Valencia hasta Andorra La Vella, sin olvidar otras ciudades europeas como Gerona, Vizcaya, Roma o Viterbo. Además, una firma de ropa de Austria ha lanzado una colección con sus obras plasmadas en botas, camisetas y vestidos.
Después de recorrer diversos puntos de la geografía española y europea, Soberón pone en valor la percepción y la conciencia social que existe sobre la cultura en Europa en contraposición a lo que ve en España. «En Europa es más normal entrar en galerías de arte. Aquí parece que cuesta entrar. Supone un cierto reparo. Es como si hiceras algo místico», opina. Como ejemplo, rememora el «vibrante ambiente artístico» que transmite Roma, donde «vayas por donde vayas, es enriquecedor».