La nueva zonificación del Plan de Gestión del Lobo se someterá a información pública en las próximas semanas

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha aprovechado su comparecencia ante los medios para anunciar el nuevo baremo de indemnizaciones por daños de la fauna silvestre a las producciones del sector primario para presentar la actualización de la zonificación del Plan de Gestión del Lobo, cuya propuesta se someterá a información pública en las próximas semanas, antes de su aprobación como modificación del plan.
El objetivo de la zonificación, ha explicado el consejero, es facilitar la gestión del lobo y servir de referencia para el apoyo a las medidas preventivas y el pago por servicios ambientales, y para su actualización se han tenido en cuenta la distribución de los de grupos con cría confirmada y de los daños desde 2019.
Desde la aprobación del plan en 2019 la Zona 1 estaba integrada por 36 municipios y 3.024 kilómetros cuadrados; la Zona 2, por 18 municipios y 844 kilómetros cuadrados, y la Zona 3, por 48 municipios y 1.453 kilómetros cuadrados.
Con la nueva propuesta, la Zona 1 estaría integrada por 45 municipios, al incorporarse Arredondo, Cabezón de la Sal, Mazcuerras, Miera, Los Corrales de Buelna, Herrerías, Ruesga, San Felices de Buelna y Valdáliga, que hasta ahora pertenecían a la Zona 2.
Esto supone un incremento en 477,42 kilómetros cuadrados de la Zona 1, que es el área de presencia permanente de la especie y en ella merodean los grupos con cría confirmada en los últimos años, que incluye ya al 65,81% (3.501,65 kilómetros cuadrados) de la superficie de Cantabria, con un incremento del 8,97% respecto a 2019.
Esto supone que la Zona 2, que tiene una presencia menos estable del lobo, generalmente de ejemplares solitarios y de grupos sin cría confirmada, pero en la que en los últimos años se han repetido los episodios de daños a la ganadería, pasa a estar integrada por 15 municipios, al dejar de contar con los 9 que pasan a la Zona 1 y sumar los 6 que se incluían en la Zona 3 (Cartes, Liérganes, Puente Viesgo, Riotuerto, San Vicente de la Barquera y Val de San Vicente), que suman un total de 214,76 kilómetros cuadrados. En total, la Zona 2 pasa a ocupar una superficie de 580,90 kilómetros cuadrados, el 4,93% de la superficie regional.
Por lo tanto, las Zonas 1 y 2 agrupan los 60 municipios con presencia, en mayor o menor medida, del lobo, y suponen ya el 76,73% de la región (4.082,55 kilómetros cuadrados), un incremento del 4,04% en superficie y 6 municipios más que en 2019, lo que pone de manifiesto el incremento del área de presencia de lobo en la región, siendo particularmente relevante la extensión de los daños recurrentes a zonas costeras, o muy próximas a la costa, en el área occidental (entre Val de San Vicente y Mazcuerras), y la consolidación e incremento de la presencia del lobo en la zona central y oriental de Cantabria (especialmente en los valles del Besaya, Miera y Asón).
Finalmente, la Zona 3 estará formada por los restantes 42 municipios cántabros, que en los últimos años no registran la presencia del lobo o lo hacen de forma muy testimonial y esporádica, sumando una superficie de 1.238,45 kilómetros cuadrados (23,27% de la región).
El pago por servicios ambientales, que Cantabria ha puesto en marcha en 2022, siendo la única comunidad autónoma con una medida de esta naturaleza de concesión directa, se dirige a las explotaciones de ganadería extensiva en municipios de la Zona 1 y, en su primer año de aplicación, se han distribuido más de 1 millón de euros a cerca de 1.000 explotaciones.
Las ayudas para las medidas preventivas de los daños (mastines, cercados) pueden solicitarlas cualquier ganadero, se conceden en régimen de concurrencia competitiva y se ponderan con mayor puntuación las explotaciones de municipios de Zona 1 frente a los de Zona 2, y a estos frente a los de Zona 3.