La nave ganadera incendiada en Vega de Liébana estará reconstruida para diciembre

David González, vecino de Soberado, sufrió un terrible episodio el pasado 25 de septiembre. La nave ganadera que posee, ubicada en este pueblo de Vega de Liébana, se prendía fuego alrededor de las 10.30 horas. Fue él mismo quien vio la humareda del incendio, un humo que todavía hoy, diez días después del suceso, en el que murieron un total de 25 terneros, continúa saliendo humo de la nave.
Este lunes hace una semana desde que la familia y los amigos de David abrieron una cuenta bancaria (ES36 0049 5648 7121 1601 4455) para recaudar fondos y poder salir adelante. El ganadero ha confesado a InfoLiébana que la cuenta «va subiendo algo» y que «la gente se está portando».
No obstante, David espera «tenerlo como estaba en dos meses», ya que «esta semana lo van a fabricar y tardarán alrededor de un mes en prepararlo», ha explicado con serenidad.
Además, el joven ha aprovechado la ocasión para corregir la información publicada acerca del suceso, ya que ha sido un ternero, y no dos como ha trascendido en los medios de comunicación, el que ha sobrevivido al incendio. El ejemplar se encuentra actualmente en una vieja cuadra que tiene el ganadero en casa.
David continúa ejerciendo su labor con las 100 vacas que tiene, que cuando tuvo lugar el incendio estaban en el puerto. El joven también ha aclarado que los terneros que se encontraban dentro de la nave en el momento del suceso iban a ser vendidos.
Los hechos

Nave ganadera incendiada en Barago (Vega de Liébana).
Unas 25 cabezas de ganado murieron el 25 de septiembre en el incendio de una nave ganadera de Barago (Vega de Liébana). El fuego ha afectado a la totalidad de la infraestructura, que albergaba una gran cantidad de pacas de hierba de la siega del verano. Los efectivos de Emergencias han conseguido salvar un ternero con vida.
El Centro de Gestión de Emergencias 112 ha recibido el aviso antes de las 10.25 horas. Cuando han llegado los efectivos del 112, el incendio se encontraba completamente desarrollado y había provocado el colapso de la cubierta, por lo que procedieron a perimetrar la edificación con líneas de agua para contener las llamas en la nave y evitar su propagación.