Investigadores descubren huesos fósiles de buey almizclero cerca de Tresviso

Un equipo investigador de la Universidad de Oviedo ha descubierto un conjunto de huesos fósiles de buey almizclero, de hace 35.000 años, en una cueva de Picos de Europa, cerca de Tresviso. Este hallazgo permite documentar la presencia de este animal -de la denominada «fauna del mamut»- en la Cornisa Cantábrica por primera vez.
Los restos fósiles han sido entregados al Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Santander), donde el cráneo se halla actualmente expuesto al público.
Los resultados del trabajo, llevado a cabo por el Grupo GEOCANTABRICA, se han publicado en la revista ‘Quaternary Science Reviews’.
En el estudio han participado los investigadores Montserrat Jiménez Sánchez, catedrática de Geodinámica Externa de la de la Universidad de Oviedo; Diego J. Álvarez Laó, profesor de Paleontología de la Universidad de Oviedo; Daniel Ballesteros, investigador de la Universidad de Rouen-Normandie/CNRS, Francia; Florent Rivals, profesor de investigación del ICREA y la Universitat Rovira i Virgili, Tarragona; Pablo Valenzuela geólogo de TRAGSATEC, León; y Adrián Álvarez Vena, investigador predoctoral en Paleontología de la Universidad de Oviedo.
También han colaborado Mario Menéndez Fernández, catedrático de la UNED, de la Dirección, Oficina Técnica y Guardería del Parque Nacional de los Picos de Europa, y la Sociedad Espeleológica y Barranquista Escar, del Grupo de Espelología Diañu Burlón y del Tresviso Cave Project.

Investigadores./ Universidad de Oviedo.
Descubrimiento
El hallazgo de estos restos fue documentado en 1986 por dos grupos espeleológicos británicos (la Lancaster University Speleological Society y el South Wales Caving Club) que exploraban cuevas de los Picos de Europa. Los restos fueron atribuidos originalmente a una vaca, por lo que la cavidad fue bautizada como Cueva de Cabeza de Vaca (Cowshead Cave).
En 2018, un equipo interdisciplinar de la Universidad de Oviedo recuperó estos restos dentro del marco del proyecto ‘Servicio para la recuperación y estudio de restos fósiles de mamíferos localizados en cuevas del Parque Nacional de los Picos de Europa, 2017-2018’, suscrito entre el Parque Nacional de los Picos de Europa y la Fundación Universidad de Oviedo.

Cráneo./ Universidad de Oviedo.
Restos fósiles
Los fósiles, estudiados en el Área de Paleontología de la Universidad de Oviedo, resultaron ser de dos individuos de buey almizclero: un macho joven de unos 20 meses de edad al que corresponde un cráneo casi completo, y otro individuo subadulto de entre 3 y 4 años.
Nunca antes se había documentado un ejemplar joven de las características del hallado en los Picos de Europa, puesto que los hallazgos de cráneos de buey almizclero del Pleistoceno suelen corresponder a individuos adultos.

Cráneo lateral./ Universidad de Oviedo.
Buey almizclero de Picos de Europa
Los resultados del estudio pusieron de manifiesto ciertas diferencias entre el ejemplar de Picos de Europa y sus homólogos actuales de Groenlandia: el espécimen de los Picos de Europa tiene un mayor tamaño y presenta peculiaridades en su morfología y en la dentición.
La causa de la muerte de estos animales está relacionada, muy probablemente, con la caída accidental en un pozo natural que comunicase verticalmente la cueva con el exterior. Además, se ha podido deducir que este animal murió en invierno.
El estudio del microdesgaste en sus molares indicó que el animal se alimentaba principalmente de ramillas y hojas de árboles y arbustos -probablemente sauces y abedules- en el momento en que murió.
Durante las glaciaciones del Pleistoceno Superior, esta especie se extendió por Eurasia y Norteamérica. En la Península Ibérica, su presencia solo se había detectado en dos yacimientos de Girona, por lo que este descubrimiento obliga a redibujar su mapa de distribución.