El oso se pasea por Caloca: «Meterse así por las callejas no es normal»

Ya habían pasado las 12 de la noche cuando un grupo de amigos, vecinos de Avellanedo y Caloca (Pesaguero), divisaron desde el salón un oso pardo que paseaba tranquilo por las calles de esta última localidad, situada a más de 1.000 metros de altitud. Aunque el animal ya ha sido visto en otras ocasiones por la zona, «meterse así por las callejas no es normal», asegura Marta García Vejo, una de las testigos.
La lebaniega relata a InfoLiébana cómo vivieron el momento, que tuvo lugar durante la madrugada del martes: «Lo vimos porque nos asomamos a la ventana cuando oímos ladrar a los perros. Ellos le ladraban eufórico pero él seguía para arriba. Luego cogieron miedo, se metieron en casa y no querían salir». «En vez de ir para el monte, tiró hacia la otra calleja que hay», cuenta sobre la huída del oso.
Marta cree que el animal ya era «viejo» debido a su pelaje oscuro, pero sobre todo destaca su gran tamaño. «Desde la terraza se oía cómo iba por el cemento. Iría a galope, porque sonaba como cuando bajan las yeguas», describe todavía asombrada.
A pesar de que esta no es la primera vez que los vecinos de la zona avistan al animal, pues «le habíamos visto en el tardío, una vez estropeó unas colmenas que había cerca, otra vez lo vimos por la carretera, hace 20 días le vieron en la carretera de Vendejo sobre las nueve de la noche…», sí que es la única vez que se le ha visto por el pueblo. «Meterse así por las callejas no es normal», recalca Marta. «No sé qué iría buscando», comenta.
Por el momento no hay constancia de que el oso pardo haya provocado ningún incidente en el municipio, aunque «me parece que ha mordido unas barandillas de madera, pero eso lo han hecho muchas veces», apunta la lebaniega sin darle importancia.