Montse Velarde, profesora de inglés: «El problema es ponerlo en práctica en la vida real»

El inglés es el idioma con mayor presencia internacional de Europa, a pesar de que en el continente se hablan más de una veintena de lenguas oficiales. En el Día Europeo de las Lenguas, celebrado cada 26 de septiembre desde 2001, Montserrat Velarde Aizcorbe, natural de Camaleño y profesora de inglés en el instituto IES Jesús de Monasterio de Potes, revela qué diferencias hay entre los núcleos urbanos y el medio rural a la hora de apender idiomas, aunque hay un detalle que tiene claro: «El problema es ponerlo en práctica en la vida real».
A diferencia de otros países europeos, donde los niños «desde pequeños ven películas y la televisión en inglés, sin traducir», en España «no escuchan el idioma en el día a día», ya que todos los productos audiovisuales con los que están familiarizados (televisión, dibujos animados, series…) se traducen al castellano. Por tanto, un nuevo idioma para ellos «es algo extraño, lejano… No le ven la utilidad. Les cuesta mucho», opina la profesora.
Así pues, Montse se ha mostrado crítica con el sistema educativo en cuanto a la forma de impartir la asignatura de la lengua anglosajona, puesto que «no favorece que se hable el idioma, sino que desde muy pequeños se centra mucho más en la grámatica y otras cosas que no son tan prácticas».
Para ella, «los primeros años, sobre todo en primaria, se debería dar más importancia a comunciarse, hablar, perder la vergüenza…». En cambio, «se pasa a veces mucho tiempo explicando cosas que los niños igual no están preparados para entender, como estructuras gramaticales», insiste Montse. «Ya sabemos que la gramática es muy improtante, pero si se dejase para cuando los niños son más maduros, pienso que el resultado sería mejor», sostiene.
La profesora considera que «el principal problema es la falta de tiempo, las pocas horas -tres por semana- que se dedican al aprendizaje del idioma». «Es un gran error», incide, y opina que «se necesitaría al menos una hora todos los días dedicada al idioma».
Por otra parte, Montse denuncia la extensión de la programación, ya que «no tienes tiempo para practicar todas las habilidades: comunicación, comprensión escrita…».
Además, añade que las clases son de «tantos alumnos» que «practicar oralmente es imposible»: «En una clase de 20 a 25 niños es impoible que todos puedan hablar», asegura. «En la teoría es muy bonito, pero hay tantas habilidades y tal cantidad de alumnos por clase que lo hace muy difícil«, reafirma.
Inglés en el medio rural
En cuanto al aprendizaje del inglés en el medio rural, la profesora apunta que, en el propio instituto, «nos suele costar bastante que vengan lectores» porque «la mayoría son son chicos jovenes que vienen de grandes ciudades». «A veces conseguimos lectores pero, cuando ven que tienen que venir a un sitio tan pequeño, tan alejado y con pocas posibilidades, no es un trabajo con el que puedan sobrevivir», explica.
Sin embargo, comenta que algunos años «nos hemos arreglado con nativos que viven en Liébana para hacer clases de conversación«.
El acceso al idioma es otro de los inconvenientes en las zonas rurales, donde existen «menos posibilidades que en la ciudad». «En las ciudades tienes academias, tienes nativos… Aquí es todo muchísimo más limitado. Incluso las particulares tienen a veces un límite de alumnos y no todos pueden acceder», subraya Montse.
Para fomentar la práctica oral del inglés, en el IES Jesús de Monasterio se organiza algún viaje a Inglaterra e incluso intercambios, pero para Montse «no es suficiente». Al fin y al cabo, «el problema es ese, ponerlo en práctica en el mundo real», sentencia.
No obstante, destaca de estas actividades que los alumnos «se dan cuenta de que lo que están estudiando tiene un fin, que sirve para algo. Se pueden comunicar y ven que lo que han hecho durante años tiene su fruto. Les anima a seguir estudiando el idioma».