Indignación en las redes sociales por la nueva imagen de La Cántabra

La renovación del suelo de una de las calles más emblemática de Potes, conocida como ‘La Cántabra’, ha desatado numerosas críticas por parte de los vecinos de Liébana, así como de diversos grupos sociales de Cantabria. Sin embargo, los hosteleros que tienen sus establecimientos en esta calle son los que menos preocupación han manifestado ante el cambio de imagen de La Cántabra.
La intervención, a causa de la realización de obras de saneamiento en dicho vial, ha consistido en la sustitución del empedrado por baldosas de diferentes tamaños. Para evitarlo, se ha iniciado una campaña en Change.org , la cual acumula más de 200 firmas.
Los seguidores de InfoLiébana han comunicado a este medio, a través de las redes sociales, que, con esta obra, «se rompe la esencia de Potes» y La Cántabra «ha perdido el encanto», además de calificarla como «un despropósito», «penosa» o «nefasta». No obstante, hay quienes consideran que se trata de «una mejora para todos», en referencia a la movilidad de las sillas o los carros en esta calle.
Aunque el alcalde de Potes, Javier Gómez, no ha hecho ninguna declaración sobre este asunto, el Grupo Municipal Socialista de Potes no ha tardado en manifestar su sorpresa ante tal actuación, ya que «no éramos conocedores de que se iban a iniciar obras en la Calle Cántabra», ha asegurado el concejal socialista Josu Velarde.

Archivo | Turistas en las calle Cántabra (Potes).
«Es más práctico pero más feo, ¿qué primamos aquí?»
La propietaria de uno de los negocios de La Cántabra ha señalado que este cambio «no tiene por qué afectarnos», puesto que no cree que «la gente venga precisamente por el empedrado». «No creo que nadie vaya a dejar de pasar por La Cántabra porque hayan cambiado al suelo», ha reiterado. Sobre el nuevo pavimento, ha destacado que «es más cómodo».
Además, «muchos de nuestros clientes son personas mayores de Potes, entonces van a tener más fácil andar por La Cántabra con este suelo», ha añadido. «Es más práctico pero más feo, ¿qué primamos aquí?», ha expresado con un atisbo de duda.

El suelo de La Cántabra antes de la obra de saneamiento.
«No es un caso aislado»
Los movimientos sociales cántabros Cantabria No Se Vende y Cantabristas consideran que no se trata de «un caso aislado», por lo que Cantabria No Se Vende ya está «estudiando medidas legales» con las que pedirá «la reversión del destrozo y las responsabilidades» correspondientes.
Diegu San Gabriel, de Cantabria No Se Vende, ha asegurado que esta intervención es «otro ejemplo de cómo se destuye el patrimonio, en este caso arquitectónico, del casco histórico de Potes, que en teoria debería estar protegido». «Es esa idea de que hay que acercar todo al turista, en lugar del turista acercarse a las cosas», ha insistido.
A pesar de que «vemos que puede ser oportuno para adaptar en lo posible la movilidad», San Gabriel considera que «hay otras fórmulas que no implican quitar la identidad o el encanto que conserva el casco histórico lebaniego».
Paulu Lobete, portavoz de Cantabristas, ha manifestado que «nos parece una intervención inadecuada, que refleja poca sensibilidad por parte del Ayuntamiento con el patrimonio arquitectónico que supone esa calle y una reforma que se aleja mucho de los estándares que consideramos adecuados».
«Esta actuación está poco adaptada al entorno y contribuye a perder el carácter y la identidad de la calle y de Potes», ha afirmado Lobete. No obstante, la agrupación espera que «al menos, si no se revierte, que no se avance en esa línea en otros lugares de la capital lebaniega».