Igualdad y las mujeres de Liébana apuestan por romper la brecha de género en el Valle

El Centro de Estudios Lebaniego ha acogido esta mañana la presentación del Diagnóstico del Programa de Fomento de la Participación de las Mujeres de Liébana, un proyecto que se puso en marcha el pasado mes de junio para escuchar a las mujeres de Liébana y conocer cómo deben ser las políticas de igualdad aplicadas en la zona para romper «las barreras y las brechas que encontramos».
La directora general de Igualdad y Mujer del Gobierno de Cantabria, Consuelo Gutiérrez, ha explicado que las mujeres de Cantabria viven una realidad «diferente» según su lugar de residencia, ya que las inquietudes de las vecinas de Santander y de las de Liébana son distintas.
Para dar una respuesta a esta situación y escuchar a todas las personas que forman parte de la comunidad de esta comarca, el departamento de Igualdad se ha reunido, durante estos tres meses, tanto con asociaciones de mujeres de Liébana como con representantes políticos, servicios sociales, el Grupo de Acción Local y la agencia de desarrollo local.
El vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha considerado «necesaria» esta primera fase del experimento, ya que «conocer estos datos estadísticos nos permite dar respuesta a las demandas planteadas» por las vecinas del Valle de Liébana.
Zuloaga ha querido agradecer la participación de las mujeres lebaniegas en el proyecto. En la misma línea se ha manifestado Consuelo Gutiérrez, quien ha agradecido «la acogida y la colaboración» que ha tenido el proyecto, y se ha mostrado satisfecha con el trabajo realizado, al cual ha calificado como «fácil, divertido y estimulante».
Conclusiones
El vicepresidente del Ejecutivo ha señalado que existen brechas «que no se ven pero están ahí», como es el acceso de la mujer a la vida política en Liébana. A pesar de que la situación de desigualdad entre géneros en Liébana es similar a la que sufre cualquier otro territorio, cabe destacar que ninguna de las alcaldías de los siete municipios están dirigidas por una mujer, y solo el 20% del trabajo que requieren las concejalías lo ejercen mujeres.
«La mujer siempre es la que insiste en tener más y más formación», ha indicado Zuloaga. Esto se debe al cambio que ha sufrido el nicho de empleo en la comarca, en la que antes primaban los trabajos del sector primario, mientras que actualmente el sector servicios cada vez tiene mayor protagonismo y, además, es un empleo «bastante feminizado», según la directora de Igualdad y Mujer.
Algunas de las actividades más demandadas por las mujeres de Liébana son tanto la informática como aquellas relacionadas con las habilidades sociales.
El 65% de las mujeres lebaniegas encuestadas consideran que su calidad de vida es «peor o mucho peor» que la de los hombres. La mayoría de ellas destaca el problema de conciliación que supone la realización del trabajo doméstico con otras actividades como el acceso a la formación y a la cultura, o la práctica de deporte.
Respecto a la violencia de género, las mujeres de Liébana se apoyarían antes en los servicios sociales que en los relacionados con la salud.
En cuanto al miedo de las mujeres a transitar por los espacios públicos de la comarca, el 60% no han mostrado ningún reparo respecto al encuentro con otras personas por la vía pública, pero sí han manifestado su miedo al encuentro con un oso en ciertos municipios. Por ello, el departamento de Igualdad baraja algún tipo de labor en formación sobre qué hacer en esta situación.
Riesgo de despoblamiento
La población de los siete municipios de Liébana se encuentra actualmente en riesgo de despoblamiento, ya que existe un envejecimiento de la población y no hay nacimientos suficientes para su reposición.
La media de edad es de 56 años en toda la comarca excepto en Tresviso, donde la media de edad de sus vecinos es de 66 años.
Esta realidad requiere la aplicación de dos líneas de políticas públicas como son aquellas que atiendan las necesidades de los mayores que envejecen en la comarca, y otras que convenzan a las futuras generaciones de que se queden en Liébana, ya que la mayoría de las personas que lo hacen son hombres.