El Valle Lebaniego celebra su décimo aniversario con «una cantera increíble» y «mucho futuro»

El Valle Lebaniego ha conmemorado su décimo aniversario el pasado mes de agosto. El club, por el que han pasado decenas de deportistas naturales de Liébana, se ha convertido en un símbolo de la comarca en el que el bien social es más importante, incluso, que el deportivo.
El presidente del Club, José Navarrete, asegura que en el Valle Lebaniego «vemos el fútbol de otra manera a como se ve en el resto de Cantabria», ya que «miramos más el bien social que el deportivo». En la misma línea se manifiesta el director deportivo, Alberto Besoy ‘Trevi’, para quien también «es muy importante el tema social», puesto que la finalidad es «dar cabida a todos los niños» y «que juegue toda la gente del pueblo».
El Valle Lebaniego se fundó en 2011 gracias a la implicación de un pequeño grupo de chavales de la comarca, de los que algunos todavía continúan jugando, que tenía como objetivo hacer un «club con continuidad» en Liébana, «aprovechando la infraestructura que tenía el Camaleño, que había desaparecido el año anterior», cuenta Navarrete, quien ha presidido el Club durante estos diez años.
Desde entonces, «ningún jugador, excepto algunos de manera puntual, han salido a equipos de fuera», asegura el presidente.
Es el caso de Pablo, el capitán y, a su vez, el jugador más veterano del Valle Lebaniego, quien «desde el primer momento» acogió con «mucha ilusión» la idea de jugar «en tu tierra con la gente que conoces». El defensa reconoce que «los comienzos fueron un poco difíciles porque éramos un equipo nuevo en la categoría más baja en Cantabria» y «nos costó deportivamente», pero pronto «empezó a venir gente de Liébana que jugaba fuera y tuvimos dos o tres años muy buenos».
De esos años, Pablo recuerda «las gradas llenas» y describe esa etapa como «ilusionante». «A partir de ahí fue cuando más creció el quipo, tanto deportiva como socialmente», recalca. «Trevi, que ha jugado en otros equipos a nivel profesional, me dijo que nunca había vivido esto en casa y que no lo cambiaba por nada«, rememora con orgullo.
«Desde que volví nunca me he planteado abandonar ni cambiar de equipo. Para mí tiene más valor sentimental conseguir algo con el equipo de tu tierra, con la gente que te va a ver, con tus amigos, con tu familia y disfrutar con ellos las victorias, que ascender con un equipo en el que solo conoces a tus compañeros», comenta.
«No lo tenemos para hacer dinero, sino para que los críos disfruten»
Se trata de un Club sin ánimo de lucro en el que no reciben dinero ni los jugadores ni los trabajadores, que realizan su tarea de forma voluntaria. Además, los niños tampoco abonan ninguna cuota, sino que es el propio club el que asume los gastos a través de la colaboración de diferentes entidades y comercios de la zona. «No lo tenemos para hacer dinero, sino para que los críos disfruten», subraya el presidente.
El equipo se inició en competición con diez niños en la categoría Benjamín y hoy en día cuenta con 71 fichas en las categorías inferiores – Prebenjamín, Alevín, Infantil , Cadete y Juvenil-, 22 en el Regional y seis en Fútbol Sala. Sin embargo, esta temporada el Valle Lebaniego carece de categoría Benjamín «porque no hay niños», comenta Trevi.
En cuanto al número de jugadoras, Trevi explica que antes de la pandemia jugaban tres niñas pero que en esta temporada solo hay una, ya que a partir de la categoría Cadete es necesario formar un equipo femenino. «Nos hubiera gustado formar uno, pero no es posible por la población», admite.
El Valle Lebaniego ascendió a Primera Regional en su cuarto año de vida, y cuando cumplía su primer quinquenio subió a Preferente. Sin embargo, el Club volvió a Primera la última temporada.
«Una cantera increíble»
No obstante, Pablo insiste en que el Valle Lebaniego cuenta con «una cantera increíble» y destaca «la ilusión que tienen los críos». Por ello, el capitán del primer equipo está «contento por formar y haber formado parte» de este Club, al que augura «mucho mucho futuro».
«A la gente hay que engancharla, y este año estoy volviendo a vivir partidos de mucha afluencia en Tama porque estamos bien colocados, vamos cuartos y estamos en ascenso directo», explica el veterano agradecido a los espectadores que acuden al terreno de juego.
El presidente considera que «la comarca estaba muy abandonada en el tema deportivo» y aprovecha su conversación con InfoLiébana para agradecer a la Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia el apoyo recibido a lo largo de esta década, puesto que «sin ellos no estaríamos como estamos». Asimismo, tanto Navarrete como Pablo destacan la labor de Trevi, a quien «debemos casi todo esto», señala el presidente del Club.