Cantabria adelantará el toque de queda a las 22.00 horas y el cierre de los establecimientos no esenciales a las 21.30 horas a partir de este sábado 14 de noviembre. La finalidad de estas nuevas medidas es frenar el incremento de contagios por COVID-19.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha aclarado que el adelanto del cierre de los establecimientos no esenciales es consecuencia del nuevo horario del toque de queda. Así, habrá un margen de 30 minutos para que los clientes y trabajadores de estos negocios puedan volver a sus domicilios.
Además, ha recordado que el Ejecutivo regional ha autorizado una partida inicial de 10 millones de euros que llegará «hasta el máximo para no dejar tirada a la gente», sin perjuicio de los recursos que pueda poner a disposición el Gobierno de España para tal fin.
También ha hecho mención especial a la hostelería, uno de los principales focos de contagio -desde el 1 de septiembre han causado baja laboral 844 trabajadores de este sector-.
Por su parte, Pablo Zuloaga, vicepresidente de Cantabria, ha destacado el esfuerzo del Gobierno y ha recordado la apertura de dos nuevas plantas en Valdecilla con 40 plazas cada una, y la puesta en marcha mañana de un nuevo espacio en las UCI de Valdecilla para 16 pacientes más, en las dos últimas semanas.
Últimos datos
Cantabria tiene cerca de 3.400 casos activos, 35 personas en UCIs y casi 200 hospitalizados. A pesar de que se detectan entre 200 y 300 contagios cada día, la región no está entre las comunidades que presentan el escenario más preocupante.
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